¿Por qué Señor?
Yo no puedo pensar como las demás. ¿Porque
me hablas de forma diferente? Dicen que son felices mientras yo llevo una cruz
muy pesada sobre mis hombros.
Entregaron sin reserva la unidad
familiar. Abandonaron a sus esposos en las tinieblas, en las garras del
enemigo. ¡Y dicen que son felices!
El adulterio ganó la batalla en sus
vidas y ¡Son felices!
Sus hijos sufren las consecuencias
del divorcio y ¡Dicen que son felices!
El plan del enemigo para su
matrimonio y familia se consumó y ¡Dicen que son felices!
A su alrededor solo veo cenizas,
dolor, destrucción y engaño. ¡Y dicen que son felices!
¿Por qué a mí me hablas de forma
diferente ahora?
¿Porque no se les dices a ellas lo
que me has dicho a mí?
¿Por qué yo no puedo ser feliz como
ellas lo son?
Aún se burlan de mí, me persiguen. Me
dicen que no me valoro, que no hay esperanza.
Si así es ser tu hija, entonces tal vez no soy tu hija…..
Me has convencido que eres real, que no te contradices.
¿Cómo puedo estar de acuerdo con la derrota también y ser feliz al mismo
tiempo?
ENTONCES ME RESPONDISTE:
Tu eres mi hija porque fuiste humilde
y te mostré la verdad. (2 Crónicas 7:14).
Tu eres mi hija, porque te he
convencido que la felicidad no está en este mundo ni debes anhelarla (Romanos
8:5).
Tu eres mi hija porque permitiste que
te diera un nuevo amor por tu esposo, que no busca lo suyo y que todo lo puede.
(1 Corintios 13:5).
Tu eres mi hija porque los que son
del mundo te persiguen, se burlan y te aborrecen. (Juan 15:18).
Tu eres ,mi hija porque ya no vives
tu, sino yo dentro de ti (Gálatas 2:20).
Tu eres mi hija porque peleas contra
tus verdaderos enemigos y no contra tu esposo (Efesios 6:12).
Tu eres mi hija porque has permitido
que yo te guíe (Juan 10:11).
Tu eres mi hija porque has creído que
derrotaré a tus enemigos (Deuteronomio 28:7).
Tu eres mi hija porque esperas en mí
y no te desesperas haciendo tu propia voluntad (Juan 14:23).
Tu eres mi hija porque tomaste las
armas que yo te di y confiaste. (Efesios 6:17).
Tu eres mi hija porque te pusiste mi
armadura para resistir los engaños (Efesios 6:10).
Tu eres mi hija porque cargas tu cruz
valientemente y me sigues. (Mateo 16:24)
Tu eres mi hija porque te crucificas
diariamente junto a mí. (Gálatas 2:20).
Tu eres mi hija y yo te he dado la victoria
aunque ahora no la veas (Colosenses 2:15).
Tu eres mi hija porque no te
victimizas. (2 Corintios 12:10).
Tu eres mi hija y mi poder te ha
enseñado a resistir, a luchar y a vencer (Apocalipsis 12:11).
Tu eres mi hija porque mi poder se perfecciona
en tu debilidad (2 Corintios 12:9).
Tu eres mi hija porque mi plan
perfecto para tu matrimonio y familia se cumplirá (Romanos 8:28)
Tu eres mi hija porque atendiste el
llamado a restaurar (Nehemías 3)
Tu eres mi hija porque resucitaste
juntamente conmigo para ser vencedora y no vencida (Efesios 2:6).
YO SOY EL SANTO DE ISRAEL
Mis hijas están ceñidas de mi fuerza y YO despejo su camino (2 Samuel
22:33)
Mis planes se cumplen en ellas (Máteo 19:6)
No quedan avergonzadas (Romanos 10:11)
Yo defiendo su hogar (Isaías 49:25)
Sus esposos las alaban y sus hijos las bendicen (Proverbios 31:28-30)
Yo no hago acepción de personas (Romanos 2:11)
¡ASI SON MIS HIJAS Y TU ERES UNA DE ELLAS!
No hay comentarios:
Publicar un comentario