(EL VERDADERO AMOR)
Padre, hoy vengo ante tu presencia, desesperada. Sé que no debía ser así, que debo tener paciencia como me has dicho. Tú me conoces.Necesito el amor que proviene de ti. Estoy cansada del amor que proviene del mundo. Un amor que me hace daño, falso, irreal.
Ni siquiera sé si deba llamarlo "amor".
Yo digo amarte, digo amarme a mí misma, digo amar a mi esposo, a mis hijos y a mis semejantes, pero no es un amor real.
No es amor de verdad porque tu palabra dice que, si te amo, podré obedecerte y no he podido hacerlo. (Juan 14:21-23).
No es amor de verdad porque yo misma me hago daño. No me alimento por las cosas que me atormentan, he bajado mucho de peso, aún tengo los vicios que le hacen tanto daño a mi cuerpo y que tu palabra asegura me llevarán a la enfermedad o incluso a la muerte. Busco e investigo lo que lastima mi alma, el adulterio de mi esposo, aún cuando he creído que tú lo destruirás porque aborreces el divorcio.
No es amor de verdad, porque me hace agredir a mi esposo, humillarlo, juzgarlo y lastimarlo con mis palabras, con cada demanda y reproche, lo que hace que se aleje cada vez más de mí como esposa.
No es amor de verdad porque sigo pensando que las demás personas son mis enemigas, la otra mujer, todos los que no piensan como yo y que por alguna razón no quieren estar conmigo o creo me lastiman y me hacen daño sus acciones.
¿Hasta cuándo he de esperar Padre?
DAME EL AMOR REAL, AQUEL QUE PROVIENE DE TI.
Un amor que TODO LO VENCE Y NO ES DE ESTE MUNDO, porque:
1 Corintios 13
“1 Si yo hablara en lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como el bronce que resuena, o un címbalo que retiñe.
2 Y si tuviera profecía, y entendiera todos los misterios y toda la ciencia, y si tuviera toda la fe, de tal manera que removiera montañas, y no tuviera amor, nada soy.
3 Y aun si repartiera todas mis posesiones, y entregara mi cuerpo para gloriarme, y no tuviera amor, de nada me sirve.
4 El amor es sufrido, el amor es bondadoso, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece,
5 no actúa indebidamente, no busca lo suyo, no se irrita, no toma en cuenta el mal,
6 no se alegra en la injusticia, sino que se regocija con la verdad;
7 todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8 El amor nunca deja de ser”.
Hoy vengo a rendirme ti, a dejar de amar con el amor que proviene del mundo, irreal, engañoso y dañino. Para amar con el amor que tu me das: POR TI, POR MI, POR MI ESPOSO, MIS HIJOS Y MIS SEMEJANTES y VENCERE al mundo como me lo has prometido.
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