Estudio bíblico 10




SALIR DE LAS TINIEBLAS



 ¡Hermosas! En el estudio anterior estuvimos hablando del “Ego”, comenzamos a hablar de la percepción, lo real y lo irreal. Decíamos que el enemigo engaña poniendo una falsa percepción de las cosas que nosotros vemos. ¡Presta mucha atención!, el Diablo usa tu mente para atacar. Cuando ocurre esto, el cuerpo de una persona se convierte en VICTIMA de la o las enfermedades.

En la biblia se asegura que el cuerpo es “neutro”, lo que significa que puede ser utilizado para pecar o santificarse. Apliquemos esto: “lo contrario a ver con los ojos físicos es lo que Yashua ve”. 

Ya hemos estudiado que Él no ve como nosotros, Él es la propia luz, la ÚNICA LUZ. Todo lo que vemos aquí en la tierra, no quiere decir que no exista, sino que es sujeto a engaño por medio de Satanás, para que tú veas cosas que no son reales. Al acercarnos a Yahshua, Él abre nuestros ojos, para ver el pecado que hemos cometido y que antes no veíamos. Hechos 26:18 “Para que abras sus ojos a fin de que se vuelvan de la oscuridad a la luz, y del dominio de Satanás a Dios, para que reciban, por la fe en mí, el perdón de pecados y herencia entre los que han sido santificados".

Lo contrario a oír con los oídos físicos, es lo que el Ruaj Hackodesh habla. Esta voz se comienza a escuchar ÚNICAMENTE cuando la voz de nuestro “Ego” ya no grita tan fuerte, cuando nos hemos humillado delante del Señor reconociendo que sin Él NADA PODEMOS HACER. Juan 15:5 “»Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que está unido a mí, como yo estoy unido a él, dará mucho fruto. Si están separados de mí no pueden hacer nada”. 

Cuando digo “escuchar”, no me refiero a lo que sucede en nuestro entorno, sino a las “voces internas”, las de adentro, en nuestra mente.  Cuando el “Ego” de una persona se encuentra en niveles altos, comienza a “ver y escuchar” cosas IRREALES. En casos extremos, una persona puede incluso tener ciertas visiones, pero un estudio profundo de la escritura nos advierte que no todas las alucinaciones son demoníacas, sino que la misma persona las produce (en su mente).  

En los matrimonios comúnmente sucede que EN NUESTRA MENTE, imaginamos todo lo que pudiera estar haciendo y diciendo nuestro esposo, esto puede llegar a niveles paranoicos si no ponemos freno a la imaginación.

Sabemos que el pecado produce culpabilidad y muerte. Si no hay pecado se obtiene Shalom (paz), esto, en conjunto con una buena comunión con el Todopoderoso, nos da unción y nos otorga poder.

Donde no hay ataque no se necesita de ayuda, de protección. El problema es que todos por la naturaleza caída, el pecado de Adán y Eva, necesitamos ayuda. Es con la fuerza del Ruaj Hackodesh que se logra todo, porque es Yashua Hamashuaj actuando en nosotros. Hechos 1:8: "Pero recibiréis poder cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros; y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra"

Hechos 4:8: "Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo", habló con los gobernantes del pueblo. Y ellos vieron que hablaba con confianza (Vs. 13).

Hechos 4:31: "Después que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valor".

Hechos 6:5, 10: "Esteban estaba lleno del Espíritu Santo y fe, y los judíos no podían resistir la sabiduría con la que hablaba".

Hechos 7:55: "Esteban, lleno del Espíritu Santo, fijos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús de pie a la diestra de Dios".

Hechos 11:24: "Bernabé estaba lleno del Espíritu Santo y fe, y una gran multitud fue agregada al Señor".

Hechos 13:9: "Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando la mirada en [Elimas], dijo . . ."

Hace poco tuve la oportunidad de debatir con una persona de la congregación que basa los principios de la restauración matrimonial con el “amor firme”. 

Ella expresaba que si un cónyuge se encuentra en adulterio recurrente y no muestra indicios de arrepentimiento se debía “confrontar con amor” poniendo límites en la relación y tal vez una separación para que el cónyuge rebelde “al ver que ha perdido a su familia recapacite”. Aseguraba seguir las indicaciones del libro de un famoso psicólogo experimentado que además es creyente y basa sus argumentos en la Biblia. 

Esta semana me dedique a leer este libro (omitiré el nombre porque considero que en un creyente nuevo puede causar confusión). No puedo negar que tales hipótesis suenan bastante razonables, ya que están basadas en datos estadísticos de la conducta de las personas. Sin embargo, algo que llamó mucho mi atención, es que el autor asevera que sus conclusiones son ÚNICAMENTE sabiduría humana y también asegura que se debe buscar una guía espiritual y orar mucho para realizar tales acciones. “El amor firme hace que el cónyuge recapacite, - afirma este autor- pero…..hay casos donde esto no sirve y la confrontación termina por destruir el matrimonio”.

Recordemos que el Apóstol Pablo nos enseñó que en los últimos tiempos permeará en la iglesia un “espíritu de error”, que buscará hacer uso de la escritura para perder a las almas y sacarlas del propósito divino. 1 Juan 4 “Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus para ver si son de Dios, porque muchos falsos profetas han salido al mundo. 

2 En esto conocéis el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es[a] de Dios; 3 y todo espíritu que no confiesa a Jesús[b], no es[c] de Dios; y este es el espíritu del anticristo, del cual habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo. 4 Hijos míos[d], vosotros sois[e] de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo. 5 Ellos son del mundo; por eso hablan de parte del mundo, y el mundo los oye.

6 Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error.


Observa y analiza hermosa: “Aquel que no confiesa a Jesucristo no es de Dios.” 

¿Cuál es el mayor logro de Cristo? ¡EL SACRIFICIO! ¡LA CRUZ Y RESURRECIÓN! Mateo 16:24 “Si alguno quiere ser discípulo mío, OLVIDESE DE SÍ MISMO, cargue con su cruz y sígame”.

Todo aquel que habla de la palabra de Dios, pero niega el sacrificio y la cruz en SU PROPIA VIDA, NIEGA A CRISTO Y NO ES DE DIOS.  Romanos 8:17 “Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados. 18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”.

No nos debe extrañar esta estrategia, ya que el mismo Satanás la uso contra Jesús para tentarle. Es tan fácil que sin el discernimiento que nos otorga el todopoderoso un falso líder nos engañe.  ¿Cómo le conocemos? ¡Por sus frutos y no por lo mucho que habla o adula con sus palabras! Por lo general un falso líder siempre buscará la vanagloria, el aplauso y la aprobación de la gente antes que la del Creador. ¡Cuidado con esto bellas!

Hemos dicho que un cristiano “maduro” es aquel que ha aprendido a ver con los ojos “espirituales y no físicos”, aquel que escudriña a profundidad la escritura para que el Ruaj Hackodesh se la revele y no pueda ser engañado. 1 Corintios 2:10 “Pero Dios nos las reveló a nosotros por su Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios”.

Lucas 6:43-44 “15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos?
17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos.
18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.

19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego.
20 Así que, por sus frutos los conoceréis. Así como falsos líderes, existe literatura que aun empleando la palabra de Dios nos puede engañar.
Vamos a analizar lo que argumenta esta hermana con la que tuve el debate de acuerdo a la palabra de Dios:

Para esto vamos a desarrollar tres aspectos básicos, de lo que la mayoría de las personas, incluyendo el autor del libro y la hermana en cuestión, consideran “amor firme”:

Límites: Se considera que el cónyuge “inocente” tiene derecho de negarse a su cónyuge, no atenderlo o dejar de cumplir con sus obligaciones maritales porque el otro no responde como desea.

Confrontación amorosa: El cónyuge “inocente” determina que se debe hablar o enfrentar con su pecado al cónyuge “culpable”, para llegar a un arreglo o determinar el rumbo de la relación.

Separación: El cónyuge “inocente” puede decidir separarse si considera demasiado doloroso el pecado que esté cometiendo su cónyuge, aun cuando no exista peligro a su integridad  FÍSICA, ni la de sus hijos.

Como les he comentado en muchas publicaciones anteriores, todo lo que nos digan debe ser expuesto a la luz de la escritura para conocer la verdad: Veamos la bendita palabra de nuestro Eterno Creador para conocerla:

El Señor es quien conoce las verdaderas intenciones de los demás (esposo). Romanos 2-11 “Por lo cual no tienes excusa, oh hombre, quienquiera que seas tú que juzgas, pues al juzgar a otro, a ti mismo te condenas, porque tú que juzgas practicas las mismas cosas. 2 Sabemos que el juicio de Dios justamente cae sobre[a] los que practican tales cosas. 3 ¿Y piensas esto, oh hombre, tú que condenas a los que practican tales cosas y haces lo mismo, que escaparás del juicio de Dios? 4 ¿O tienes en poco las riquezas de Su bondad y tolerancia y paciencia, ignorando que la bondad de Dios te guía al arrepentimiento?
Actualmente, mi esposo me comenta que en los tiempos que estuvo en infidelidad padecía profundo dolor, amargura y vacío. 

Esta realidad es muy distinta al panorama de felicidad con la “otra persona” que mis ojos físicos veían. Sin duda el ego a través de mi mente me mostraba LO IRREAL, mientras el Señor era el ÚNICO que sabía la verdad y el ÚNICO que me la decía cuando oraba genuinamente. 

Cuando una esposa intercede en oración continua por su esposo, éste empieza a experimentar una lucha interna que el espíritu de Dios le genera. Mi esposo padecía esta lucha desde el momento que comencé a orar por él y lo solté espiritualmente en las manos del Señor, pero fue un proceso que ojos físicos no podían notar, todo debía valorarse, juzgarse y  enfrentarse ESPIRITUALMENTE.

Para nuestro Padre Celestial, no hay pecados chicos ni grandes, toda transgresión a su ley es pecado. ¿Quién te crees tú para aplicar tu propia justicia en tu matrimonio? ¿Para poner límites cuando no sabes lo que el Señor está haciendo? ¿Para juzgar y condenar a tu esposo?, ¿Acaso puedes ver lo que Dios ve ahora?, ¿Acaso puedes distinguir lo REAL de lo IRREAL, lo manipulado por Satanás y por tu propio ego?, ¿Tu no pecas?  1 Juan 1:8 “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros”. 

Si tú estuvieras perdida en las tinieblas y en las manos de Satanás ¿Te gustaría que tu esposo, también pecador, te enjuicie, te condene, y te aplique “amor firme” por no poder dejar algún pecado? 

Si creemos en el Mesías debemos creer su palabra. Él asegura que siendo su hija, permite todo lo malo en tu vida con un propósito. ¿Cómo entenderemos la voluntad del Señor si no lo dejamos obrar libremente en nuestro esposo y que sea Él y solo Él quien marque el rumbo de sus pasos? Proverbios 21:1 “En las manos del SEÑOR el corazón del rey es como un río: sigue el curso que el SEÑOR le ha trazado”. 

Si tú eres hija, la promesa para ti es clara: Tu esposo, aunque incrédulo, goza de una posición especial delante del Todopoderoso para que sea santificado. 1 Corintios 7:14 “Porque el marido que no es creyente es santificado por medio de su mujer; y la mujer que no es creyente es santificada por medio de su marido creyente; de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mas ahora son santos”. Esto no quiere decir que tu esposo sea salvo ahora, sino que su “posición” espiritual por estar casado contigo es más propensa para la santificación.


Amor firme contra el amor del Señor.

El amor que proviene del TODOPODEROSO es este: 1 Corintios 13:4-
4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
6 no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad.
7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
8 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.

Alguien que aplica el “amor firme” a su cónyuge ¿Podría decir que ama con el amor que Dios da? ¿Estará esperándolo todo? ¿Soportando TODO? ¡Dios es fiel! Promete que si amamos con el amor que Él nos da por nuestros esposos y semejantes VENCEREMOS y su propósito se cumplirá en nuestro matrimonio y familia, pero esa es la condición AMAR CON EL AMOR QUE EL TE DA Y NO CON EL QUE TU CONOCISTE EN EL MUNDO (irreal). 

Lo verdadero es lo que dice la palabra de Dios: ESTE ES EL AMOR QUE VENCE, QUE TRANSFORMA, CAMBIA Y RESTAURA. El Señor espera pacientemente a que entendamos que debemos renunciar a TODO, incluidas nosotras mismas para dárnoslo. Claro, se requiere de mucha fe y dependencia absoluta en el Señor para recibirlo. Si incluso, apreciamos nuestra propia vida antes que a Dios y sus instrucciones no seremos dignas de este hermoso regalo que nos hace vencedoras. “el amor que proviene del Señor”.

Algo que debemos entender muy bien, es que el Señor trabaja por áreas en sus procesos. ¿Acaso no lo hizo así contigo? Fue abriendo poco a poco tus ojos para que pudieras ver tu pecado y arrepentirte. ¿Por qué deseas que el cambio de tu esposo sea inmediato si no fue así contigo aun a pesar de lo mucho que te esforzaste y lo sigues haciendo? 

Se sincera ¿Aun estas batallando con algún pecado que no has podido dejar? Esto no quiere decir que debamos soportar abusos, violencia o maltrato de parte de los esposos, (en tales casos hay que separarse y seguir orando desde un lugar seguro), estamos hablando de lo que “nosotras” tenemos que hacer delante del Señor INDEPENDIENTEMENTE del pecado del esposo: No juzgar, no aplicar nuestra justicia propia, morir a tus deseos, a tu “yo”, para que entonces, el Poder de Dios opere  a través de ti y el Señor pueda cumplir su promesa de llamar a tu esposo a santificación a través de tu conducta, y lo hará con el amor, la paciencia y la bondad que ha mostrado contigo ahora.

¿Qué debemos tener en cuenta para saber si hemos sido purificadas y estamos listas para interceder por nuestra familia?


1.  EN EL MATRIMONIO:

Hay una lucha interna contra el pecado en la vida de tu esposo. El autor de este libro afirma que el amor firme “en algunos casos funciona”, mas no en todos, algunos irremediablemente terminan en divorcio.

¿Quién desearía ponerse en manos de un hombre que habla de estadísticas, psicología e hipótesis humana verdad? ¿Quién de ustedes podría seguir las conclusiones de la “conducta humana”, sin que le asegure el éxito? La verdad es que nadie en el mundo entero ha podido alzar la voz y asegurar LA ABSOLUTA VICTORIA que únicamente Yashua Hamashiaj nos ofrece.

Tienes un Padre Eterno, amoroso, que ha prometido darte la victoria si te mantienes bajo los estándares que estableció en su palabra. Aquellas personas que eligen amor firme o desisten lo hacen por varios factores:

a) Ignoran gran cantidad de promesas bíblicas referentes al matrimonio y no conocen realmente la naturaleza del Creador.

b) A pesar de creer en Dios no tienen fe en Él.

c) No son humildes (ya que su ego es manipulado haciéndoles creer que pueden llegar a tener el control de la relación).

d) También desean manipular.

e) Tienen prisa y se adelantan a los planes divinos.

Al hacer lo contrario a todo esto, estarás demostrándole al Padre que amas con el “Amor que proviene de su Espíritu y no el del mundo”. Todas las que lo hemos hecho, sabemos que inmediatamente el dolor por el pecado “del esposo” desaparece para dar paso a la misericordia que se necesita para interceder apropiadamente por él. ¡Es el comienzo de pelear espiritualmente por otros!, ¡Estamos amando con el amor del Señor y no el del mundo, que tanto nos hizo sufrir porque buscaba lo suyo! ¡Hemos muerto al fin con Yashua para que juntamente con Él seamos glorificados! Romanos 8:17.

2. EN TI:

a) Haz dejado todo en las manos de Dios y muerto a ti misma.
b) Tienes esa fe que sobrepasa todo entendimiento humano.
c) Tienes la seguridad de saber que “separados de Dios nada podemos hacer”.
d) Haz muerto totalmente al “Ego “y el pecado de los demás no te daña.
e) Crees profundamente en la soberanía y la justicia de Dios cuando defiende, pelea y protege a sus hijos que se encuentran en obediencia.
f) Sabes que ahora el Todopoderoso te otorga poder y te usara gracias a la humildad y valentía con que soportas las injusticias sin defenderte a ti misma como Yashua H. lo hizo.
g) Odias el pecado en tu vida y te arrepientes continuamente.

Únicamente la persona que puede ver las cosas “espiritualmente está preparada para una guerra espiritual ofensiva”. Hasta hoy, tu lucha había estado enfocada a defenderte en tu territorio, a expulsar el mal que había en tí, a estar en el “hospital espiritual” y “el adiestramiento del Señor”. Debes ser una mujer espiritual para enfrentarte a lo que viene. ¡PELEAR POR TU FAMILIA! Sana, restaurada y lista para entrar al campo de batalla a favor de otros.

Una vez que el remanente del pueblo de Israel logró atravesar el desierto, el Señor les dio la tierra prometida, pero estaba ocupada. Ellos debían expulsar a los habitantes que SIN DERECHO LEGAL SE ENCONTRABAN EN ELLA. Hoy el Señor te dice lo mismo gracias a tu OBEDIENCIA FIEL Y SINCERA: ¡Esta tierra es tuya! ¡Ve, enfréntate y derrota a las naciones que ahí habitan! ¿Qué o quienes están en tu tierra (familia, matrimonio, salud, economía, etc.) sin derecho?

Con este estudio concluimos los estudios de Sanidad interior para enfocarnos a la intercesión por nuestro esposo e hijos. GUERRA ESPIRITUAL ESTRATEGICA (ofensiva).

Oremos:

Padre Eterno. Te doy las gracias por todo lo que has permitido en mi vida para acercarme y enamorarme de ti. Gracias por este tiempo en que me puliste como a una joya en tus benditas manos. Sé que continuamente debo seguir cuidando mi ser para que tu espíritu se fortalezca dentro de mí. Gracias por darme potestad de ser tu hija. Gracias por la ternura, el amor y la misericordia con la que has tratado conmigo. 

Me levanto como tu sierva, como tu discípula y muero a mi “Yo” para que tu poder opere en mi vida. Te amo porque tú me amaste primero. Reconozco que nada soy, que nada tengo, que nada puedo sin ti…pero contigo soy más que vencedora. Todo lo puedo si tú estás conmigo. Me gozo delante de tu presencia y te entrego mi vida sinceramente para que obres según tu perfecta voluntad. Amén.





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